Cada uno de los cenotes de la Península de Yucatán representa un ecosistema en sí mismo, ya que albergan diversas especies de flora y fauna que evolucionaron a través de los años para sobrevivir hasta nuestros días. De acuerdo con estudios realizados, un gran porcentaje de estas especies tienen un origen marino. También son denominados como islas de biodiversidad.
Dentro de sus aguas, podemos encontrar:
- Una gran diversidad de peces entre los que destacan; el bagre o Rhamdia guatemalensis; los gupis o guayacón yucateco; las mojarras rayadas y la hermosa Poecilia velifera. Algunos peces se adaptaron a la ausencia de luz en las cavernas y cuevas subacuáticas, perdiendo así la visión y desarrollando aún más sus órganos sensoriales como medida de supervivencia, como lo son la dama blanca ciega o Typhlias pearsei, y la anguila ciega yucateca, la Ophisternon infernale.
- Otras especies son los Crustáceos, entre los cuales podemos encontrar una gran variedad como los Remipedios, los cuales son los más primitivos y los únicos que son venenosos; los isópodos, los cuales cumplen una función importante en el equilibrio ecológico; las Typhlatyas o camarones de cenotes y las Creaserias o langostinos de cenotes.
- También existen algunos Moluscos.
En la superficie o cerca de ella es posible apreciar:
- Grandes árboles como el álamo o Kóopo’ en maya, así como el Ramón, la Flor de mayo, y otros más. Plantas como la lengua de vaca y otras muchas que crecen en las orillas son una barrera natural para las aguas de los cenotes a la vez que conforman un gran hábitat para muchas especies de fauna. Las grandes raíces de los árboles que llegan hasta el agua del cenote protagonizan un gran espectáculo, las cuales no debemos tocar ya que son frágiles y podríamos romperlas haciendo que el árbol pueda morir.
- En algunos cenotes podemos observar lirios acuáticos de gran belleza y en los cuerpos de agua cercanos a la costa, podemos observar manglares y otras plantas marinas.
- Los insectos tienen un gran papel en este ecosistema ya que son unos excelentes polinizadores y contribuyen en gran medida al balance del mismo; especialmente, las abejas, y bellas libélulas llamadas en maya turix.
Fuera de sus aguas, en las paredes y en los techos de los cenotes
- habitan al menos dos tipos de aves: las golondrinas y el pájaro Toh; sin embargo, alrededor de los cenotes habitan una enorme cantidad de especies de aves.
- Otros habitantes de los techos del cenote son los murciélagos, los cuales ocupan estos lugares para su resguardo durante las mañana y por las tardes salen para cumplir su importante función polinizadora.
- Además, múltiples arácnidos han sido reportados para estos ambientes, o bien, grillos con adaptaciones en sus antenas y ojos.
- En cuanto a los vertebrados, podemos ver iguanas, tortugas, sapos y ranas, todos ellos con una importante función dentro del ecosistema.
Alrededor de estos maravillosos cuerpos de agua se encuentra una gran cantidad de árboles de la selva baja caducifolia y animales como el armadillo, el jaleb, el venado y muchos otros seres vivos que día a día procuran un equilibrio en la naturaleza.
Todas estas especies conforman una cadena alimenticia, donde cada individuo es pieza fundamental para el equilibrio del ecosistema, y que si alguno llegará a encontrarse vulnerable, las consecuencias podrían ser terribles, como la extinción en cadena provocando un desequilibrio y dañando al ecosistema completo.
Ahora que sabemos de la gran biodiversidad que se alberga en cada cenote y la relevancia biológica que tienen para el buen funcionamiento del ecosistema, es importante tomar conciencia para proteger los cenotes mediante diversas medidas de regulación, así como fomentar la educación y valoración ecológica tanto en los habitantes locales como en los visitantes.
